Ya han pasado dos días

La transferencia ha ido muy bien. Mis dos pekes han quedado muy arropaditos, espero que sigan creciendo en su nuevo hogar.

Los días pasan lentos hasta la beta, mientras tanto trataré de pensar que todo va bien y que me espera un veranito premamá.

Han pasado dos días y lo llevo genial, mucho mejor que la vez anterior. Como os he contado en la última entrada, soy una persona muy tranquila, por lo que de nervios nada.

C me tiene como una reina (que no coja pesos, que no haga esfuerzos,…) pero también me dice que no debo obsesionarme. Por lo que dentro de lo que cabe hago una vida prácticamente normal pero cuidándome un poquillo. Como es lógico no voy a venir cargada de la compra, no voy a ir a sudar la gota gorda al gimnasio ni me voy a poner a limpiar la casa de arriba abajo. Pero continuo con mi vida de manera tranquila.

El día 29 tengo la beta. Desde el jueves y durante ese fin de semana tenemos en casa a unos amigos que no saben nada, por lo que no sé cómo vamos a hacer cuando nos llamen con el resultado porque sea lo que sea no nos va a dejar indiferentes.

Si es positivo estaremos con una cara de felicidad increíble todo el día, y si es negativo no vamos a tener ganas de continuar por ahí como si nada. Lógicamente prefiero un positivo y tener que contener un poco nuestra alegría mientras no nos quedemos solos, porque preferimos que, después de nosotros y de vosotras, sean nuestros padres los primeros en recibir la noticia.