Por fin se acerca el momento, tengo cita en la clínica el
próximo Martes. Confío en poder empezar ya. Han pasado seis meses desde el
ectópico, y cada día tengo más ganas de iniciar el nuevo tratamiento.
Durante estos meses he intentado mantener mi optimismo, y
cuando me sentía triste, porque todavía lo veía muy lejano, trataba de venirme
arriba pensando en que cada día que pasa estamos más cerca de conseguirlo y
aunque a veces nos parezca lo contrario, el tiempo pasa rápido.
Recuerdo perfectamente la primera vez que entramos en una
clínica de reproducción asistida, parece que fue ayer. A pesar de que somos
bastante tranquilos, aquel día el corazón nos iba a mil. Y aunque creíamos
saber a que nos enfrentábamos todo era nuevo para nosotros.
Desde entonces ya han
pasado muchos meses, los nervios han desaparecido y con el tiempo, y sin querer,
nos hemos convertido en esa clase de pacientes que ya son conocidos por parte
del personal. Ojala no les sonase nuestra cara al vernos entrar, sería buena
señal, pero cuando ya te conocen es porque o llevas tiempo o porque tu caso es
poco usual.
Pero de todas formas deseo que llegue el día de volver, porque
ello supone comenzar otra vez con esperanzas renovadas y sabiendo que esta vez puede
ser la nuestra.
Es posible que estéis pensando que soy un poco rara, que
nadie desea ir a una clínica. Supongo que en principio a ninguno nos hace gracia,
pero cuando sabes que las posibilidades de conseguirlo de forma natural son
nulas, y que de esta manera se te abre una puerta te agarras a ello. En nuestro
caso los ciclos naturales no existen, no hay esperanza de conseguirlo este mes
o al siguiente mientras esperamos entre un tratamiento y otro. Y aunque somos jóvenes
el tiempo pasa, los años van corriendo y al echar la vista atrás nos damos
cuenta de que cuando comenzamos esta aventura muchas personas que ya son padres,
por aquel entonces, ni se lo planteaban.
Con esto no pretendo desanimar a nadie, todo lo contrario.
Lo que quiero es compartir con vosotras lo que pienso, lo que siento pero sobre
todo mis ganas de continuar para alcanzar nuestro sueño. No sé si lo que
escribo puede ayudar a alguien pero me gustaría que sirviese para dar fuerza a
quienes lo necesiten.